Los tonos pasteles siguen en tendencia y el color del año, el lila-lavanda, se puede usar en toda la mano o como detalle en manicuría francesa.

Después del furor del acabado metálico vuelve el perla. Considerado durante muchos años un estilo añejo y poco moderno, utilizado por las abuelas, hoy en día se reivindica como clásico y elegante con reminiscencias de los ´90. Lo bueno es que es un recurso muy versátil, tanto para llevar a la oficina como para un cocktail o hacer deporte.

El rosado, en todas sus presentaciones, es un must: desde rosa pastel hasta fucsia y tonos neón. Es un color ideal para combinar con un maquillaje monocromático, con sombras y labiales rosados.

Los neutros, nude desaturados, son colores muy usables y combinables. Se trata de tonos grisáceos, ideales para combinar con neutros o, por el contrario, con tonos supervibrantes de labios o delineador.

Otra opción en tendencia es utilizar tonos de rojo similares tanto en la boca como en las uñas. Pueden ser invernales como el bordó, o veraniegos como los rojos cálidos anaranjados.

Este invierno el gris sustituye al negro en todas sus versiones, un tono oscuro y con personalidad que se lleva también en prendas y accesorios:

La tendencia de combinar varios colores en una misma mano se mantendrá. El mejor consejo es jugar con tonos contrastantes, para un mayor impacto, o tonalidades similares para un efecto más sobrio.