“Muchos son los factores que participan a la hora de una compra: la publicidad, un impulso compulsivo, la buena atención, un packaging atractivo o, simplemente, una necesidad. En la actualidad existe una denominación que es muy buscada y que, en muchos casos, define la compra: se trata de aquellos cosméticos que han logrado la certificación de cruelty free o libres de crueldad animal”, afirma Joaquín López Patterson.
“Según la organización Cruelty Free International, más de 100 millones de animales son utilizados en experimentación y testeo por año. Sin embargo, cada vez son más las marcas que eligen que sus productos sean cruelty free, es decir, que deciden no utilizar animales en ninguna fase de su elaboración. El movimiento que se ocupa de defender los derechos de los animales ha tomado tanta fuerza que hoy son varias las empresas cosméticas que rechazan el testeo de sus productos en ellos”, explica Dorys Pérez Mautone.
Acerca de esta tendencia López Patterson afirma que “No solo se trata de una cuestión de ética y amor por los animales, sino también una conducta sostenible dirigida a la preservación de las especies sobre la Tierra”.
Cruelty Free International es un movimiento que trabaja por los derechos de los animales y promueve la denominación cruelty free, que garantiza que el producto que está a la venta no haya sido testeado en animales bajo experimentos en laboratorios. Principalmente, se refiere a los cosméticos y de limpieza del hogar.
Este movimiento ha ido tomando fuerza luego de que la ONG publicara imágenes y videos de animales sufriendo debido a las pruebas a las que eran sometidos para testear los productos.
Cómo identificar marcas “sin crueldad animal”
Para detectar que un producto es cruelty free se debe revisar en su envase. “Existen diferentes sellos que señalan que este no ha sido testeado en animales. Reconocer el logo es muy sencillo, en su mayoría tienen dibujos de conejos y suelen estar acompañados de frases que informan a las personas de que los productos están libres de crueldad animal”, indica Pérez Mautone. Estos son algunos de los logos:
Hay empresas que, aunque no testean en animales, no exponen ningún sello internacional sino aclaran, simplemente, en el envase: “No testeado en animales”.
Diferencias entre un cosmético vegano y uno cruelty-free
- Un cosmético vegano es un producto que no contiene en su composición ingredientes de origen animal ni derivados.
- Un cosmético cruelty free es un producto que no ha sido testeado en animales.
“Erróneamente, mucha gente piensa que un cosmético marcado como “cruelty free” es también vegano y viceversa. No necesariamente: un producto puede no haber sido testeado en animales, pero contener ingredientes de origen animal. De la misma manera, es posible que un producto marcado como vegano haya sido probado en animales”, explica Pérez Mautone.
Los productos veganos, generalmente, tienen un logo; pero hay empresas que no lo ponen, sino que en la caja aparece la frase: “No contiene derivados de origen animal”. Estos son algunos de los logos que los identifican:
Otros métodos de validación
“El uso de animales en los testeos es cruel y a menudo ineficaz: estos no sufren muchas de las dolencias humanas que padecemos como, por ejemplo, las enfermedades del corazón. La piel más parecida a la humana es la de cerdo, pero aun así no es idéntica a la nuestra. También se ha experimentado con conejos para ensayar la irritación/corrosión ocular, pero nosotros no tenemos tres párpados como ellos. Existen otros métodos in vitro que han sido validados y que permiten alcanzar la misma eficacia”, señala López Patterson y agrega: “Incluso, con los novedosos modelos de piel 3D en los que se está investigando actualmente, se podrían obtener mejores resultados para garantizar la seguridad de los productos que el testeo con animales, pero estos métodos in vitro tienen un coste más elevado”, afirma el especialista.
Pérez Mautone nos describe algunas de esas alternativas al testeo en animales:
- Cultivos celulares: casi todos los tipos de células humanas y animales se pueden cultivar en el laboratorio. Las primeras se han usado para crear pequeños e innovadores dispositivos llamados "órganos en chips” que pueden ser utilizados en lugar de animales para estudiar los procesos biológicos y de enfermedades, como así también el metabolismo de los medicamentos.
- Tejidos humanos: tanto los tejidos sanos como los enfermos donados por voluntarios humanos pueden proporcionar una forma más relevante de estudiar la biología humana y las enfermedades que los ensayos con animales.
- Estudios voluntarios: los rápidos avances tecnológicos han permitido el desarrollo de máquinas de escaneo y técnicas de registro que pueden usarse para estudiar con seguridad a personas que se ofrezcan como voluntarias. Por ejemplo, la técnica de microdosis puede utilizarse para medir cómo se comportan en el cuerpo humano las dosis muy pequeñas de nuevos fármacos potenciales.
- Modelos computarizados: con la creciente sofisticación de las nuevas tecnologías, la capacidad de "modelar" o replicar aspectos del cuerpo humano es cada vez más posible. Ya existen modelos computarizados de diversos órganos que pueden utilizarse para realizar experimentos virtuales.
“El público consumidor que más busca este tipo de productos tiene entre 16 y 35 años y su preocupación por los animales y la ecología los lleva a ser coherentes con sus convicciones en todos los aspectos de su vida”, destaca López Patterson.
“Por todo esto es que “cruelty free” y “vegano” son conceptos que en la actualidad vamos a ver con mayor frecuencia en los cosméticos”, concluye Pérez Mautone.
Te contamos algunos productos libres de crueldad animal en distintas categorías que tenemos en Droguería del Sud.