En la situación que nos toca vivir, la belleza pasó a ser una herramienta poderosa para vernos y sentirnos mejor, y su sentido se redefinió. Esta vez se trata de algo que realmente hacemos por nosotros mismos; al tener menos contacto social, el maquillaje pasó a ser una experiencia para explorar y disfrutar puertas adentro.
El momento de salir a la calle es toda una aventura, dada la gran cantidad de cuidados a tener en cuenta. Eso incluye el uso de barbijo, que llegó para quedarse por un lago tiempo. Este nuevo accesorio hace que la mirada sea la protagonista total de nuestro rostro; ella pasa a ser la encargada absoluta de transmitir lo que queremos decir con la gestualidad e intención deseada.
Por lo tanto, llegó el momento de vestir a la mirada con un maquillaje que la defina, intensifique y muestre estilo y personalidad, con el barbijo como un accesorio más. A continuación, detallo algunos tips para lograrlo:
■ Experimentar con tonos y colores nuevos. Si le tenías miedo a los naranjas, verdes, azules o violetas, usalos de la misma forma en que aplicarías negro o marrón, o inclusive mezclalos para lograr nuevas combinaciones y maquillajes más expresivos. Esos son los tonos de moda que van para ojos marrones, verdes y azules.
■ Delineados. Ya no hay excusa para no probar en casa esos delineados que parecían tan difíciles, ya sea con sombra, lápiz, gel o fibra. Aprendé a intensificar y rasgar tu mirada con diferentes técnicas y productos según tu tipo de ojos.
■ Un toque de brillo. Si querés que tu mirada sea protagonista, animate a los brillos, utilizando sombras iridiscentes, metálicas y glitters pequeños que le otorguen magnetismo.
■ Pestañas destacadas. Si las sombras y delineados no son lo tuyo, lográ que la máscara de pestañas haga todo por vos. Trabajá el volumen, definición y alargamiento utilizando una o dos máscaras.
■ Mirada sin imperfecciones. Si no querés un maquillaje cargado, una buena opción es simplemente maquillar las ojeras para unificar el tono y darle más luz a la mirada. Es muy importante elegir el corrector ideal según tu tono de ojeras y el acabado que quieras reflejar.
■ No olvidarse nunca de hidratar bien la zona antes de maquillar. Al terminar el día, hay que retirar suavemente el maquillaje, con varios pasos y con un algún producto específico de ojos. También es útil el jabón de limpieza específico para el rostro en la ducha.
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