Decir que los negocios están cambiando a velocidades impensadas, es antiguo. El mundo de los negocios cambia a cada instante, y en ese lapso, si su empresa no se adapta, puede sufrir las consecuencias de dejar de ser una opción para sus shoppers. Igualmente, si usted es de los que aún piensan que el comercio electrónico solo es una cuestión de jóvenes que viven en California, y que sus decisiones no afectan a su negocio, permítame decirle que está exponiendo su empresa a un posible colapso en el futuro inmediato.

Del mismo modo que una empresa se expone a riesgos elevados frente a sus shoppers por no estar actualizada sobre los nuevos formatos, también incrementa su grado de obsolescencia interna por carecer de procesos dinámicos y eficientes. Por eso, quien entienda cómo está funcionando esta “nueva forma” de hacer negocios (que, por cierto, de nueva no tiene nada) obtendrá una gran ventaja tanto comercial como operativa. Puntualmente, estamos diciendo que la transformación digital es vital para este mundo altamente digitalizado, sin tiempo para perder, hiperconectado y cada vez más demandante del “bueno, bonito, rápido y a un precio razonable”.

Por consiguiente, en este ecosistema la aceleración comercial y los negocios digitales corren muy rápido. Sin embargo, también debemos ser realistas. Las tasas de penetración de las ventas por los canales electrónicos, aún son pequeñas. No obstante, vienen creciendo, y en algunas categorías, como dermocosmética y perfumería, los números son sorprendentes.

Lo expuesto no significa que el negocio físico desaparecerá. Al contrario, la experiencia al cliente requiere una combinación entre lo físico y lo digital. Por eso, ya no se trata de una o la otra. El concepto es “ambas”. Además, la empresa que pretenda diferenciarse y competir en este contexto hipercompetitivo deberá manejar la omnicanalidad que trata las diferentes formas de contacto con los shoppers vía email, redes sociales, WhatsApp, apps y teléfonos como premisa para brindarles la mejor experiencia de compra, y también como un optimizador de los procesos internos, sobre todo, el de abastecimiento y manejo de stocks.

En relación a los shoppers, poder brindar la posibilidad de efectuar compras online tiene muchos beneficios para ellos, y también para su negocio. Para los compradores, la comodidad, el ahorro de tiempo, la facilidad de poder comparar y toda la variedad disponible a un click de distancia son fundamentales. Para el negocio, construir relaciones con sus shoppers, convertirlos en clientes, optimizar el espacio físico, contar con una amplia variedad de productos y sobre todo no inmovilizar capital, son factores de gran importancia.

En lo relativo al negocio, el desarrollo del e-commerce permite optimizar el ciclo de los pedidos, moverse con mayor rapidez, dedicar menos esfuerzo al efectuar compras y mejorar la velocidad de la toma de decisiones. Además, un sistema de ventas bien integrado evita el caos interno y a la vez incrementa la satisfacción de los shoppers.

Resumiendo, los beneficios de contar con el e-commerce son:

Para los clientes:

• Se facilitan sus compras.
• Se agrega valor.
• Pueden hacer sus pedidos personalizados.

Para el negocio:

• Stock más amplio y economía de espacio con cero inversión.
• Mayor oferta de categorías.
• Abastecimiento inmediato.
• Velocidad de atención.
• Disminución de tareas operativas.
• Llegada masiva a más
• Más canales de ventas.
• Mejora de las decisiones operativas.
• Se incrementa el flujo de clientes a la farmacia, al brindar la opción de retirar en el local.

A riesgo de ser reiterativo: el comercio electrónico permite convertir compradores en clientes, ya que se les ofrece un mejor servicio. Y cuando el servicio es diferente, los clientes se convierten en leales, conduciendo a mayores ventas cruzadas y, por ende, a un aumento del ticket promedio.

Finalmente, los negocios que expandan su oferta y aumenten los canales de llegada a sus shoppers serán los que tomen la delantera. Le sugiero pensarlo de esta manera: el negocio que hoy no está actualizado, el día de mañana puede, simplemente, no estar.

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