Sabemos que en otoño e invierno la piel requiere de cuidados específicos. Los cambios bruscos de temperatura no son aconsejables, pero en esta época son inevitables. Con el frío, se reducen las secreciones de sebo y la transpiración, esto incide en el nivel de hidratación y propicia que la piel se reseque, lo que afecta a la barrera de protección natural frente a los agentes externos y puede causar picor e irritación.

Se suele creer que en verano la piel requiere de mayor hidratación, pero la verdad es que es en invierno cuando más se debe reforzar. La calefacción deshidrata y reseca la piel, estamos todo el día expuestos a ella, hasta dormimos con ella, por lo que es fundamental aplicar productos que aporten hidratación y que ayuden a retener el agua en la piel. Por todo esto, es importante recomendar a nuestras clientas que refuercen la hidratación facial.  Aplicar máscaras hidratantes 1 o 2 veces por semana es una excelente idea.

Como siempre, darle consejos de cuidados a nuestras clientas nos ayudará a fidelizarlas y a incrementar las ventas.