Decir que los consumidores cambiaron es cosa del pasado. El cambio es tan
vertiginoso que las estrategias de venta deben adecuarse continuamente.
Estamos en un mundo digitalizado donde las distancias no existen. Tampoco existe la
clasificación de generaciones; ya no importa si el consumidor es un baby boomer, X, Y,
millennial, centennial, T (táctil) o Alpha. Cada uno posee características particulares.
Sin embargo, todos tienen un factor común que los identifica: el smartphone, que es su
nueva arma de compras.
Como si esto fuera poco, vivimos un avance en la utilización de las redes sociales
como Facebook, YouTube, Twitter, Instagram y Snapchat, y ello ha generado un
consumidor que compra diferente. En la actualidad, este nuevo consumidor está mucho
más expuesto e informado; es inmediato y desea todo rápido; se encuentra
hiperconectado; valora su tiempo y tiene mucha información sobre precios, productos y
promociones vigentes.
Definitivamente, no adecuarse a este modelo actual hace que vender sea cada vez
más complicado. Debido a este nuevo consumidor digital, ya no importa el tamaño de tu
farmacia. En este contexto importa cómo tus clientes te ubican en su teléfono; cómo se
enteran de los productos y servicios que vendés; cómo se conectan con vos y con tu
empresa y, sobre todo, cómo les facilitás su vida para realizar las compras y aprovechar
mejor su tiempo.
Ya no podés obviar la omnicanalidad, que consiste en desarrollar todos los canales
de contacto que tu público objetivo utiliza, como por ejemplo e-mail, WhatsApp, redes
sociales, chat y teléfono.
Además, este nuevo consumidor valora muchísimo las aplicaciones, porque le
ahorran mucho esfuerzo y le brindan una mejor utilización de su tiempo. Las apps
trabajan por geolocalización y son muy simples de utilizar. Los consumidores efectúan
el pedido desde su hogar o trabajo en la app y lo retiran en la farmacia que más les
conviene, de manera rápida y sin esperar.
Cuando el celular actúa como un arma de compras, es un potenciador de ventas de
maquillaje y dermocosmética selectiva y masiva. Ello se debe a que la revolución digital
en diferentes segmentos de consumidores pasa por lo visual. Sacarse una selfie y subirla
de inmediato a Instagram o Facebook despierta la necesidad de verse siempre
impecable. Esta es la gran oportunidad para aumentar la venta de productos de belleza.
Animate a desarrollar tu ADN digital
1. Incrementá tu presencia digital mediante una web atractiva y simple.
2. Utilizá las redes sociales.
3. Incorporá una app que facilite las compras y estimule las ventas con promociones.
4. Creá contenido digital interesante, con imágenes impactantes y frases cortas
5. Promové un newsletter o flyers electrónicos, simples y constantes.
6. Creá un blog de consultas sobre diferentes temas.
7. Armá grupos de WhatsApp con tus consumidores y mantenete conectado.
El cambio llegó para quedarse. ¡Multiplicá tus canales de atención y verás cómo
dispararán tus ventas!